El problema del "bajo" rendimiento de Ryzen en juegos, no es debido a una mala gestión de la ram, viene de otro sitio. Con la potencia bruta de cómputo de Ryzen, se esperaría mucho mejor desempeño en juegos, y sin embargo se ve lo contrario.
Investigando un poco el asunto parece que se trata de un problema del ancho de banda del Infinity Fabric usado en el chip, y la manera en que el kernel de Windows maneja los hilos en los núcleos.
Básicamente y explicado muy resumido, Ryzen se divide en 2 módulos CCX, cada uno con 4 núcleos. Cada núcleo tiene su propia caché L1 y L2, extremadamente rápidas, y cada módulo tiene su partición de memoria L3 de 8 Mb de unos 175 Gb/s de velocidad. La memoria L3 es "común" para los 8 núcleos del procesador, esto significa que un núcleo del CCX1 puede acceder a la caché L3 del otro CCX, PERO con un coste, a una velocidad de tan solo 22 Gb/s que es la que proporciona Infinity Fabric.
Cuando un núcleo necesita acceder a la L3 del CCX contrario nos encontramos con un cuello de botella, y más que seguro la causa del menor rendimiento de Ryzen en juegos.
El problema es básicamente el scheduler de Windows. Un juego es prácticamente imposible que sature toda la CPU, lo más probable es que ponga un hilo al 100% a trabajar y los otros siempre por debajo. El scheduler de Windows 10 lo que hace entonces es, para mejorar la distribución de calor, cambiar constantemente el núcleo que ejecuta los hilos del juego sin tener en cuenta los módulos CCX. Así, muchas veces durante la ejecución, el kernel de W10 hace que los hilos de los juegos necesiten acceder vía Infinity Fabric a la L3 del otro lado, provocando el cuello de botella.
En una tarea que estrese al 100 todos los núcleos de la CPU esto no se va a notar porque Windows no tiene la necesidad de cambiar (y no cambia) los núcleos de cada hilo de ejecución (porque todos están usándose).
Lo bueno es que esto, hasta cierto punto, es solucionable parcheando el kernel de Windows (simplemente dejando los hilos en su sitio), y seguramente lo veremos aplicado en las próximas semanas. Así que chicos, Ryzen no ha dicho ni mucho menos su última palabra todavía. Esperad ver ganancias significativas de rendimiento en juegos en las próximas actualizaciones de Windows.