Gamernovato
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Desde mediado de el presente año llevaba planeando montarme un PC para jugar principalmente. Adoro los videojuegos y desde que mi PS3 murió he pasado el mono como he podido. Con la paciencia de un estratega he descartado comprarme una consola y he esperado meses ahorrando y seleccionando las piezas que iban a formar parte de la máquina, hasta poder dar la puntilla final con mi paga doble de diciembre.
Andaba cierta mañana de finales de noviembre navegando con mi único acompañante informático desde hace 2 años, un netbook Acer Aspire ONE por tiendas virtuales de Hardware relamiendome tumbado en la cama, cuando decidí levantarme para desayunar mientras veía la televisión. Qué casualidad que el canal que mi madre tenía puesto en la TV era La 2 dónde emitían un programa de entrevistas sobre actualidad, cultura, sociedad, tecnología... Esa mañana entrevistaban a una activista y estudiosa de comercio,y pro-derechos humanos.
Hablaban sobre el consumo responsable, puso el ejemplo del Black Friday y la expansión del fenómeno por el mundo y con éste hizo incapié en el consumo de Tecnología. Habló sobre las fábricas, principalmente en el sur-este asiático que para la producción y extracción de metales, de procesadores y superconductores empleaban Boro y Arsénico entre otras muchas substancias extremadamente tóxicas para el medio ambiente y el ser humano. Hablaron sobre las condiciones de los trabajadores y las presiones que sufren por el incremento de la demanda de artículos, pasando por la explotación laboral hasta el nulo control sobre los vertidos llegando hasta suicidios. Todo por la demanda de precios bajos y el abaratamiento de costes. Muy pocas empresas, por no decir ninguna, respeta los protocolos y acuerdos internacionales. Hablaron de el descabellado uso de recursos limitados y escasos en el planeta Tierra y lo que se hacía con éstos una vez que el producto ha quedado obsoleto y es desechado por el usuarío, la falta de reciclaje en componentes electrónicos.
Al final el presentador dijo.
Bueno parece que el problema es que esto nos suena muy lejano y poco preocupante, vivimos en una sociedad y un sistema de bienestar en el que se incentiva el consumo sin límite. Y preguntó: ¿Que puede hacer una persona de a pie como usted y como yo para cambiar ésta situación?
La entrevistada trató de hacer alusión al consumo responsable, pero aclaró que NO EXISTE EL CONSUMO RESPONSABLE DE TECNOLOGÍA. Como conclusión añadió que la mejor respuesta es no comprar lo que no necesitamos.
Como supondréis me di cuenta de que el PC es un capricho que no necesito. Que, aunque disfrutase de los videojuegos, no me beneficiarían en casi nada. Me harían perder tiempo que podría emplear para participar en actividades analógicas, es decir del "mundo real". Haría menos deporte, gastaría más dinero, perdería tiempo para estar con las personas a las que quiero y contribuiría a hacer de este mundo, un lugar peor. Me quedo con la vida real y las experiencias que ella me brinda. Me quedo con mi netbook que apenas me permite leer, escribir y compartir algunas cosillas y que usaré hasta que muera completamente y no tenga arreglo, al igual que mi movilucho y mi televisionucha. Y que conste que, a ojos de los paises subdesarrollados no dejo de ser un "marqués". Pero me comprometo a ser un "marqués" no-consumista.
Andaba cierta mañana de finales de noviembre navegando con mi único acompañante informático desde hace 2 años, un netbook Acer Aspire ONE por tiendas virtuales de Hardware relamiendome tumbado en la cama, cuando decidí levantarme para desayunar mientras veía la televisión. Qué casualidad que el canal que mi madre tenía puesto en la TV era La 2 dónde emitían un programa de entrevistas sobre actualidad, cultura, sociedad, tecnología... Esa mañana entrevistaban a una activista y estudiosa de comercio,y pro-derechos humanos.
Hablaban sobre el consumo responsable, puso el ejemplo del Black Friday y la expansión del fenómeno por el mundo y con éste hizo incapié en el consumo de Tecnología. Habló sobre las fábricas, principalmente en el sur-este asiático que para la producción y extracción de metales, de procesadores y superconductores empleaban Boro y Arsénico entre otras muchas substancias extremadamente tóxicas para el medio ambiente y el ser humano. Hablaron sobre las condiciones de los trabajadores y las presiones que sufren por el incremento de la demanda de artículos, pasando por la explotación laboral hasta el nulo control sobre los vertidos llegando hasta suicidios. Todo por la demanda de precios bajos y el abaratamiento de costes. Muy pocas empresas, por no decir ninguna, respeta los protocolos y acuerdos internacionales. Hablaron de el descabellado uso de recursos limitados y escasos en el planeta Tierra y lo que se hacía con éstos una vez que el producto ha quedado obsoleto y es desechado por el usuarío, la falta de reciclaje en componentes electrónicos.
Al final el presentador dijo.
Bueno parece que el problema es que esto nos suena muy lejano y poco preocupante, vivimos en una sociedad y un sistema de bienestar en el que se incentiva el consumo sin límite. Y preguntó: ¿Que puede hacer una persona de a pie como usted y como yo para cambiar ésta situación?
La entrevistada trató de hacer alusión al consumo responsable, pero aclaró que NO EXISTE EL CONSUMO RESPONSABLE DE TECNOLOGÍA. Como conclusión añadió que la mejor respuesta es no comprar lo que no necesitamos.
Como supondréis me di cuenta de que el PC es un capricho que no necesito. Que, aunque disfrutase de los videojuegos, no me beneficiarían en casi nada. Me harían perder tiempo que podría emplear para participar en actividades analógicas, es decir del "mundo real". Haría menos deporte, gastaría más dinero, perdería tiempo para estar con las personas a las que quiero y contribuiría a hacer de este mundo, un lugar peor. Me quedo con la vida real y las experiencias que ella me brinda. Me quedo con mi netbook que apenas me permite leer, escribir y compartir algunas cosillas y que usaré hasta que muera completamente y no tenga arreglo, al igual que mi movilucho y mi televisionucha. Y que conste que, a ojos de los paises subdesarrollados no dejo de ser un "marqués". Pero me comprometo a ser un "marqués" no-consumista.